"a ver, vos que sos psicóloga...esa es la frase preferida de la gente en los cumpleaños, reuniones, cualquier ocasión donde se habla de la mortalidad del cangrejo y cést la vie.
"A ver vos tal cosa, a ver vos tal otra", con la idea de que tenemos una especie de manual de vida, de como ser un buen cuidadano, marido, amigo y persona o algo parecido. Esto unido también a la creencia de que lo analizamos todo, lo trituramos todo, lo calculamos todo. La gente divide al mundo entre los psicólogos como una especie de bichos poseedores de una lupa que se la ponen arriba a todo y a todos, y los otros, los comunes, la gente simple.
Gente que "le busca la quinta pata al gato" vaya si la hay, pero eso excede nuestra profesión, eso es inherente a un tipo de personalidad, no a una profesión. Las hay de todas las profesiones.
Es posible que a veces por deformación profesional tengamos un punto de vista un tanto peculiar de algunas cosas, pero lo cierto es que la mayoría de las veces son las demás personas las que intentan analizarlo todo y aliarnos como pieza y aval para su propio análisis. Además, están muy pendientes de nuestra mirada, con esa idea de que lo trituramos todo. Es una relación rara, porque por un lado, nos acusan de analizarlo todo, y por otro nos exigen soluciones mágicas a sus propios análisis....
viernes, 15 de mayo de 2009
lunes, 11 de mayo de 2009
El pez por la boca muere
y el hombre también...
Desde chicos nos enseñan que las cosas "hay que hablarlas". Vivimos creyendo que es la llave para destrancar cualquier conflicto, para solucionar cualquier problema y salvar las distancias con las demás personas. Esto tiene tantas salvedades, que se convierte en una verdad a medias o en una casi mentira.
No todos los temas pueden hablarse con cualquier persona.
Ni todos los temas pueden hablarse en cualquier momento.
No todos los temas pueden hablarse con cualquier persona en cualquier momento.
Hay algunas conjunciones de temas con personas con las que es recomendable no hablar.
y algunos momentos en los que vale más sellar hojas o hacer barcos de papel que intentar hacerse entender...
más aún si la interpretación del interlocutor se desarrolla (circunstancial o permanentemente) en carriles lejanos al cuerpo de ideas e intención propios.
Lo que diga puede ser usado en su contra
Desde chicos nos enseñan que las cosas "hay que hablarlas". Vivimos creyendo que es la llave para destrancar cualquier conflicto, para solucionar cualquier problema y salvar las distancias con las demás personas. Esto tiene tantas salvedades, que se convierte en una verdad a medias o en una casi mentira.
No todos los temas pueden hablarse con cualquier persona.
Ni todos los temas pueden hablarse en cualquier momento.
No todos los temas pueden hablarse con cualquier persona en cualquier momento.
Hay algunas conjunciones de temas con personas con las que es recomendable no hablar.
y algunos momentos en los que vale más sellar hojas o hacer barcos de papel que intentar hacerse entender...
más aún si la interpretación del interlocutor se desarrolla (circunstancial o permanentemente) en carriles lejanos al cuerpo de ideas e intención propios.
Lo que diga puede ser usado en su contra
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